Desde la planeación del proyecto técnico de innovación contemplaron algunas actividades para evaluar y controlar su desarrollo, aunque en realidad con la reflexión constante que han llevado a cabo desde el comienzo, también han evaluado el progreso que el proyecto fue experimentado.
Japón ha llevado el reciclaje un paso más allá, gracias a la apertura de una fábrica que convierte en abono las toneladas de restos de comida medio consumida o caducada procedente de más de mil establecimientos.
El proceso se realiza en una innovadora planta de reciclaje con sede en la ciudad de Sakura, al este de la nación nipona. Su objetivo no es sólo el de dar un nuevo uso a los restos biológicos, cosa que ya se hace para generar energía o combustible a partir de lo que se denomina biomasa.
Esta planta recibe los restos de comida de todos los centros de una conocida cadena comercial de Tokio, los recicla y los hace abono para cultivar alimentos frescos que distribuye en los mismos establecimientos donde recogió la basura.
En este tipo de planta, el ciclo comienza cada día con la visita de camiones que recogen sus residuos y la comida caducada que no se ha vendido en los distintos almacenes de la ciudad. Luego, los trasladan a la planta de reciclaje. Una vez allí, los trabajadores comienzan un proceso de separación manual tanto de los alimentos y los envases que los contienen, como de los alimentos entre sí.
Una vez finalizada la clasificación, se utilizan las proteínas de algunos de los alimentos residuales para la fabricación de forraje para animales, especialmente de cerdos y gallinas, y con lo que sobra, se fabrica fertilizante para campos de cultivo.
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